Como en las dos sugerencias anteriores, planeadas en los cierres de año de 2019 y 2020, recurrro a la frase memorable del programa de "La bola de cristal" que decía: Este no lee, este sí que lee, si no quieres ser como estos,... lee. ¿Lo recordaís?

Empieza un nuevo año que promete ser movidito, ahora mismo plagadito de COVID-19. Si como a muchos te coge confinado, y tienes 7 días por delante, o aún no sabes que regalar por Reyes y se te echa el tiempo encima aquí te dejo mis sugerencias; como sabes, no están todos los que son, pero seguro que alguno te sugiere.

Mi propósito para estos días de reposo obligado es  actualizar la carpeta de contenidos remomendados, allí encontrarás toda la librería desde que empezamos con el blog. Si te apetece participar con alguna sugenrencia, escríbenos por favor al correo info@inmagascon.com, nos apetece enriquecerlo contigo. ¿Te imaginas?

Elogio del Caminar, de David Le Breton, publicado por la editorial Siruela, es un pequeño libro que se disfruta lenteando. Sigue en mi lista de "pendientes" el título Filosofos de paseo de Ramón del Castillo; afirmaba Rousseau "Nunca he pensado tanto, existido y vivido, ni he sido tan yo mismo, si se me permite la frase, como en los viajes que he hecho a pie y solo". El caminar, esta forma de desplazarnos olvidada en nuestros tiempos, algo que parece que vuelve, es tratada desde diferentes perspectivas atractivas y sugerentes, desde los recorridos de naturaleza al paseo urbano, en un espacio y tiempo que te invita a la reflexión, en soledad y acompañado. Grandes filósofos trabajaban paseando, una buena forma de aproximarnos a la naturaleza que somos y hacernos más conscientes.
 

Peregrinos de la belleza, de María Belmonte es un título imprescindible. Publicado por la editorial Acantilado, no es un título nuevo y estaba entre  los pendientes.  En él María nos presenta unos peregrinos inquietos de tiempos pasados, personas singulares que huyeron de estereotipos y encontraron en el Mediterráneo una forma de ser, disfrutar, amar y estar.

Creatividad, singularidad, iniciativa, inquietud, maravilloso título con el que recrearnos en unos tiempos en los que una “ya no tan nueva” normalidad extraña tiende a oscurecernos el ánimo con el curso de las olas.

Leer atrás para entender qué somos, dueños de nuestro presente y con capacidad de transformar el futuro de nuestra naturaleza urbana, y nuestros  pueblos habitados. Sencillez y simplicidad, a partir de fórmulas más respetuosas con nuestro entorno.

 

Recientemente descubrí Mi familia y otros animales, la historia novelada de una parte de la vida los Durrell. Gerald Durrell, conocido naturalista y conservacionista escribe sobre su familia; ingleses peculiares que,  de la mano de Louise, una madre viuda y desdela perspectiva del autor, entonces Gerry, el menor de cuatro hermanos que, en una época distinta deciden dar el salto a Corfú y vivir allí una temporada de su vida (cinco años). Humor, amor, excentricidad para la época, un paisaje y unos pueblos que ya no son lo que fueron, también en el Mediterráneo. 

¿Porqué me ha cautivado? Gerry tiene la capacidad de mirar las cosas con los ojos de quien observa sin prisa, comprende y disfruta. Además de las anécdotas familiares, la aproximación de Gerry a la naturaleza, especialmente su curiosidad por los animales, resulta de lo más atractivo. El episodio donde describe la pelea entre una salamandra que reside en su habitación y una mantis que se trae del campo para estudiarla es simplemente inigualable. 

En una sociedad donde la prisa nos come y las corrientes conducen nuestros comportamientos, leer un libro como este te recuerda otros tiempos, otras formas de funcionar y te hace apreciar lo sencillo. El Mediterráneo y la luz, el paisaje y otra forma de ser de los habitantes de esa época. Volver atrás para orientarte hacia delante. 

Si te da pereza leer, la serie Los Durrells recrea con bastante lucidez el espíritu de la novela. 

 

La mente bien ajardinada, un sugerente título de Sue Stuart-Smith publicado por la Editorial Debate, salió publicado poco antes del confinamiento, y ha sido uno de los libros más vendidos en Reino Unido del año 2020, según The Times. Existiendo pocas publicaciones en español que traten la horticultura y jardinería como terapia, el éxito de este libro en su primera edición ha llevado a la traducción a más de doce idiomas solo en el primer año; escrito en un lenguaje amable y con rigor, Sue se apoya entre otras en la propia experiencia familiar (su abuelo), y nos revela como estas disciplinas pueden ayudarnos a recuperarnos de traumas y a reconectarnos. Tras el confinamiento, más conscientes de la necesidad  de lentear, hemos abierto la mirada a nuestro ámbito de proximidad, empleando parte de nuestro tiempo en consumirlo al aire libre, con maquetas, pintura, lecturas, deporte o labores; a los que nos ha sido posible hacerlo en nuestra terraza o jardín, nos hemos volcado en pequeños huertos y rincones ajardinados.

Muchos de nosotros hemos perdido oportunidades, trabajos, familiares y amigos, encuentros y un porrón de besos y abrazos. Nos ha asolado la soledad, nos ha abrumado la incertidumbre y los tiempos y espacios dedicados a lentear nos han aportado parte de la serenidad que el desconcierto de estos tiempos nos ha traído. Este libro recoge muy bien cómo y porqué volver a la naturaleza, porque SOMOS NATURALEZA.

 

EL último libro de Santiago Beruete publicado por Turner, Aprendívoros, cierra la trilogía iniciada con la publicación de Jardinosofía y prolongada con Verdolatría. El autor emplea un adjetivo  inventado intentando llamar la atención sobre nuestra condición de eternos aprendices. El autor afirma que empezamos a envejecer cuando perdemos la curiosidad, auténtico elixir de la eterna juventud. Reflexiona sobre la necesidad de conciliar las necesidades de la civilización con el cuidado del jardín planetario. Recoge la importancia de una enseñanza bioinspirada donde el cultivo de la curiosidad y el espíritu crítico deben ser prioritarios. El camino hacia un mundo mejor parte y culmina en las aulas, y los artífices de su prosperidad material y espiritual son sus docentes. Habiendo disfrutado de los dos títulos anteriores, este último te conmueve, consciente en primera persona de los docentes que me inspiraron contribuyendo a lo que soy.

 

Bajo un cielo blanco, de Elisabet Kolbert, publicado por la Editorial Crítica, no es el primer referente de la autora.  Resulta a mi criterio una joya relevante y muy contextualizado. Acostumbrado como está nuestro cerebro a percibir las consecuencias de nuestros actos solo en las consecuencias que percibimos en nosotros mismos, este libro recoge de forma sencilla, que no simple, ejemplos trascendentales que se están dando en el planeta. Contamos en este caso con una científica con una habilidad especial para la comunicación, lo que supone un lujo para el lector, visibilizando las repercusiones de nuestras acciones y decisiones en peces, corales, dióxido de carbono liberado y capturado, y otros, más allá de nuestro entorno próximo, que no vemos pero que provocamos.

 

Herbario y antología botánica, escrito por  Emily Dickinson y publicado por la  Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker es una joya. Dickinson, considerada una  de las poetas más influyentes del siglo XX, con una vida objeto de biografías  y estudios; desde pequeña, apasionada de la botánica  despertó  a la botánica como ciencia de adolescente tras asistir  al seminario femenino Mount Holyoke.

El herbario de Dickinson te conmueve, y más si piensas en un trabajo de hace casi doscientos años. Te conmueve la dualidad, la botánica como ciencia, pero también como fuente de inspiración en la naturaleza recogida en su poesía.

La ciudad en el joven Reclus, Jose Luís Oyón recoge para Ediciones del Viaducto la figura del joven Reclus, geógrafo anarquista  (toma ya) imaginando en 1866 un futuro urbano donde ciudad y naturaleza se funden en una enorme metrópolis verde en perpetua expansión. Apasionado y seguidor de su referente, Alexander von Humboldt, viaja por diversas ciudades de diferentes continentes, comprendiendo los aspectos de movilidad, infraestructura verde y azul, de tal modo que parece imposible que ahora que estamos en ello del Capital Natural, alguien visionario entendiera a la perfeccción la necesaria transformación que las ciudades necesitan; volver atrás, aprender del pasado, rescatar y visibilizar referentes.

 

Una flor en el asfalto, de Eduardo Barba, publicado por la editorial Tres hermanas, es un libro que no te deja indiferente. Si como yo ya las ves como Las guapas del barrio, comprobarás que incorpora una visión diferente, y el libro va mucho más allá de resultar un compendio de especies capaces de sobrevivir en entorno urbano.

Escrito con un lenguaje muy didáctico, acude a la anatomía botánica, a la vez que a su capacidad reproductiva, comparando los tamaños de las plantas con objetos urbanos como un tetrabrik de vino, o latas de refrescos, además de recurrir a pinturas como lo hizo en El Jardín del Prado, y sumando curiosidades y usos anteriores.

Pero más allá de ello el libro, bellísimo, ilustrado por Raquel Aparicio se presenta como el de Aina S. Erice El libro de las plantas olvidadas en una maravillosa historia contada desde la proximidad, que no simple. Resulta especialmente de interés el texto recogido en el epígrafe La Despedida, una invitación a un cambio social en la mirada de la vegetación espontánea urbana.

 

No se ha colado, Jose Luís Martínez, propietario de la librería La Bilblioteca de Babel, me sugirío recientemente La luz del mundo, de  Derek Walcott publicado por ediciones Valparaíso. Walcott, poeta, dramaturgo y artista visual santalucense, premio Nobel de literatura, parte de su experiencia de crecimiento en Santa Lucía, una isla volcánica aislada,  excolonia española con una fuerte influencia en su vida y su trabajo. Si bien me cuesta la poesía, recoge este título diversas y ricas alusiones a la naturaleza y al mar, muy presente. Inspira comprobar que también desde rincones pequeños no occidentalizados alcancen visibilidad figuras como la de Walcott, sin duda talentosa a la vista de su trayectoria profesional.