Naturaleza urbana en sociedad

El placer de bucear en lecturas y fuentes del pasado como fuente de inspiración

Acabamos unos días de descanso de Pascua, todavía en un presente postpandémico raruno; muchos empleamos estos días aprovechando para viajar, otros en casa holgazaneamos, hacemos feinetas pendientes de casa, o procastinamos y nos sumergimos en aquello que nos da vida, entre otras, nuestra terraza, nuestro jardín, una nueva maqueta, deporte, caminatas o la lectura.

En mi caso, aterrizo esta Pascua en “low battery”; vengo de meses intensos de actividad profesional y cojo con ganas unos días de lentear.

Una vez más entre mis dos placeres, el de leer y escribir, me declino siempre con el primero, me exige menos y, explorar, conocer, y profundizar me hace pequeña y humilde, consciente de que, con el escaso tiempo dedicado siempre me quedo con ganas de más.

¿Qué me he traído entre manos estas pascuas, y el porqué de estas lecturas?

En esta ocasión, he profundizado en lecturas del pasado que tenía iniciadas y desacompasadas. A dos de estas, que comparto ahora con vosotros se ha sumado Andrea Wolf con Magníficos rebeldes, una joya de presente recién publicada que no debes perderte.

Las lecturas son: 

El Banco en el Jardín, de Michael Jacob, publicado por Adaba Editores, profundiza en la evolución del banco en el urbanismo y el paisajismo a través de la historia; en el recorrido te lleva a Jardines referentes clásicos como el de Bomarzo o Ermenonville. 

Pero va más allá, te habla entre otros de referentes y significados, (P.ej. el banco de Lenin, recogiendo el significado de junto a quien posa con referencia gráfica compartiendo este espacio), de los materiales y su disposición, o de la evolución del banco en las ciudades. Toca cuestiones filosóficas del uso que se le daba entonces, en lo urbano y en los jardines del pasado. Sin duda como refería recientemente Frederic Segur, en la jornada ofrecida para la Asociación Española de Arboricultura, debemos ir atrás y conocer para construir un mejor presente.

Por otro lado, aterrizó recientemente en mis manos, a raíz de una sugerente entrevista a Marco Martella, publicada no hace mucho en el Diario El PaísUn pequeño mundo, un mundo perfecto; publicado por Elba Ediciones, esta breve joya se lee a trocitos, saltando de jardín en jardín desde Bomarzo y Ninfa en Italia, Versalles y Valléé -aux-Loups en Francia o Sissinghurst en Inglaterra, entre otros, presentándote brevemente el jardín y su propietario (recoge a Philippe Jaccottet, Herman Hesse o Vita Sackville o Pia Pera), identificando el sentido original del mismo y su maduración con el devenir del tiempo. Un libro pequeño, que se lee bien, acompañado como el anterior de algunas imágenes en blanco y negro, que te invitan a volar, y a ansiar emplazarte en estos espacios.

Dulce mezcla de pasado, ambos títulos recogen espacios confluyentes del banco y el jardín, por lo que su lectura simultánea te lo hace aún mucho más disfrutón.

Y Andrea? Tras La invención de la Naturaleza, en el que recoge de manera apasionada la biografía de Alexandre Von Humboldt,  y tras la travesía del desierto de varios años sin publicar, con Magníficos rebeldes nos retorna un libro exquisito que amuebla cabezas,  evocador y muy necesario en los tiempos que corren. Emplazados en el círculo de Jena, recoge a través de hombres y mujeres, referentes singulares inquietos, dotados de creatividad e ingenio, vinculados a las ciencias y a las letras, como vivieron, como se alimentaron de conocimiento, compartiendo, debatiendo e inspirándose mutuamente. La colaboración de este círculo de referentes lanzó el Romanticismo, al escenario mundial. 

Os propongo volver a la cuestión lanzada en su día ¿Cómo puedo ser libre? en una época en la que lo verde parece estar de moda, precisando un cambio real de paradigma, necesitamos desarrollar círculos de conocimiento, compartir ideas y proyectos, e inspirar y conmover a través de todas las disciplinas, el arte, y la ciencia. Imperdible y sugerente, fuente de inspiración segura. ¿Te imaginas?

 

Inma Gascón

Ingeniero Agrónomo

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