Naturaleza urbana en sociedad

El jardín de los delirios

El post de hoy va de naturaleza y pensamiento. Del latín "de-lirare" delirar es un síntoma propio de la psicosis. Según la RAE, delirar es "desvariar, tener perturbada la razón por una enfermedad o una pasión violenta." En la búsqueda de lecturas para mis vacaciones de verano encontré este título sugerente de Ramón del Castillo.

Desconocía todo del autor pero soy lectora de la editorial y el relato de la contraportada me invitó a su lectura.

Los que sois habituales del  blog conocéis la visión transversal del mismo. 
Cuidar y disfrutar de los espacios verdes urbanos no es cuestión exclusiva de quienes los gestionamos y de los ciudadanos que los disfrutan. No es una relación exclusiva reducida a la técnica de conservación.

De un tiempo a esta parte se viene escuchando que la naturaleza está de moda. Yo no lo comparto; creo que las noticias que trascienden con cambios con consecuencias de alcance sobre el planeta nos hacen conscientes de la necesidad de considerarnos como ser humano parte necesaria del cambio y no como algo a lo que aproximarnos en nuestros tiempos de ocio o vacaciones. Somos naturaleza y solo formando parte de ella conseguiremos revertir la tendencia. El Urbanita es el más distópico, alienado de su verdadera esencia.

Los gestores del verde público municipal, a través de la relaciones ciudadano-administración apreciamos que esta distopía viene acusándose y va en aumento  en los últimos años, a la vez que una resurgente minoría polarizada lo reclama, consciente de la necesidad de cambio de paradigma. Por ello surge este blog, en la voluntad de trabajar aunando las  diferentes visiones para conseguir el cambio necesario sin morir en el intento.

La pintura, el cine, la música, la literatura, a través de la creatividad y mediante las emociones articulan ideas que trascienden. En esta ocasión, y sin apartar el foco del título de hoy, El jardín de los delirios recoge como no he visto hasta ahora esta esencia.

Ramon, profesor de filosofía contemporánea y estudios culturales, colaborador de diversas universidades y escritor polifacético aúna en este libro su interés por los espacios, la verdificación de la ética,  centrándose en el paisajismo y en el urbanismo.

¿Qué vas a encontrar en este libro?  Interesada como estoy en el uso actual y futuro de los espacios verdes, este libro reflexiona sobre ello y lo hace de forma ordenada y rigurosa.

Si habéis leído Verdolatría, de nuestro colaborador Santiago Beruete, habréis quedado secuestrados por una forma distinta y poco habitual de contar, distinta a la de los filósofos disertadores: Santiago y Ramón te cautivan y alucinas.

Así, en El Jardín de los delirios, en un lenguaje comprensible para los mortales, en pedacitos sugerentes, Ramón va desgranando la esencia  tocando todos los palos. Pero un aviso, tienes que leerlo despierta y prestando atención, a ratos se complica. En ocasiones es ácido, irónico y utiliza el sentido del humor en sus argumentaciones. Genial mezcla-fusión. 


¿Y sus notas? 409 notas vinculadas sólo a la primera parte del libro, Delirios al aire libre, todas ellas de interés, ordenadas, concretas y acertadas. La frase final de la contraportada lo dice todo; en ella refiere “completado con una profusa y distraída guía con todo tipo de recursos sobre el tema“.

Si te gusta la primera parte tanto o más disfrutarás con la segunda, más accesible y menos académica.
Las referencias documentales, el orden,  y sus experiencias vitales con múltiples experiencias vinculadas al mundo anglosajón, (pero no sólo a este), enriquecen el relato con sus vivencias, aprendizajes e intercambios de conocimiento.

No acierto a entender como un tipo con semejante cabeza y capacidad permanece en el anonimato entre los simples mortales. Darlo a conocer, y disfrutar compartiendo sus planteamientos resulta imprescindible. Para mayor facilidad, os dejo el enlace a esta entrevista en  la que su editora, Fernanda Febres-Cordero comparte con él cuestiones relativas a este título, y al recién publicado Filósofos de paseo, donde nos avisa que tiene más que contarnos.
Si amable es su lectura por el modo en el que escribe, resulta un placer escuchar el tándem Ramón-Fernanda. 


Genial la iniciativa de la librería Alberti, generando este espacio y permitiendo la difusión de estos contenidos.

Así, conmovida con esta comunión de editores-escritores-librerías y lectores quiero poner en valor esta cadena, como medio para transformarnos en el concepto “somos naturaleza”. Por ello, quiero dar especialmente las gracias a la editorial Turner, Capitán Swing, y Atico De Los Libros, editoriales especialmente sensibles en esta comunión y tantas otras, por regalarnos estos tesoros en un momento especialmente arduo y complejo.

Un homenaje a la Editorial Turner con una entrevista a Ramón del Castillo desde la Librería Alberti

Inma Gascón

Ingeniero Agrónomo

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