La vocación de perderse.- El autor nos expone el placer de la travesía a través de un viaje, sin apoyos, sin herramientas digitales que te refieran la ruta. El encuentro contigo mismo, los tiempos de la naturaleza, una manera de conectarte con el presente y disfrutar del recorrido saliendo de la prisa. Escribí sobre ello en un post anterior.

 

Filosofía del Flaneur.- Emplazado en París de finales de 1800, el autor emplea un cierto sentido crítico en clave de humor en su relato, explicando a lo largo de los capítulos “Qué no es un Flaneur”. Algo así como discurrir por la ciudad sin rumbo, itinerario ni tiempo fijado para el paseo, te muestra una forma distinta de caminar por la ciudad, un placer que te conecta contigo mismo. Identifica al Flaneur con una determinada manera de ser, un ser consciente, capaz de abstraerse y disfrutar del momento presente, ajeno a las modas y sin pretensión de aparentar. Un modo de ser muy contrario a los tiempos que vivimos, muy recomendable.

 

Daguerrotipos y otros ensayos.- Muchos de nosotros la conocemos por ser la autora de Memorias de África. Llevaba tiempo queriendo profundizar en la vida de la escritora tras su regreso de África. Si inspiradores resultan el libro y la película, conocer a la autora a través de Daguerrotipos no te deja indiferente. De fuerte personalidad, con un cierto ego, trata temas como el colonialismo, el feminismo en su época (ojo desde la clase social desde la que ella miraba), la relación con la naturaleza y otras culturas, y otras cuestiones de interés. Apunta a una manera de ser fiel a tí mismo, conforme a tus principios como una manera de alcanzar la felicidad, sin duda algo contrario a lo establecido en los tiempos que corren.

Mediterráneo de viento y diosas.- Conocí a Martha en el primer taller que he impartido este año para la Escuela de Humanidades. ¿Por qué me ha cautivado? Martha no es insular y reside desde hace años en Mallorca. Ambas hemos visto las transformaciones de la Isla en la que residimos desde hace dos décadas. Te muestra como el turismo transforma el paisaje, como lo desaloja y vacía. Martha reacciona reflexionando sobre la necesaria protección de los recursos naturales y culturales, porque el desalojo de estos últimos provoca un vacío irrecuperable, con la despersonalización. Te lleva y te trae en el recorrido a su lugar de residencia y sus viajes por las islas griegas con la repetición de la misma esencia. La belleza del mediterráneo y la importancia del lentear.

 

Un trozo de tierra.- Si has leído la trilogía Jardinosofía, Verdolatría y Aprendívoros, este nuevo título publicado recientemente no te dejará indiferente. Son relatos de protagonistas de distintas culturas y geografía, recogidos como si el escritor formara parte de la historia, con un mismo nexo común, el vínculo con la tierra. Te arraiga, te afirma, te sujeta al presente. Santiago, valiente, se aparta de sus anteriores ensayos, pero en el fondo este cuarto título nos muestra su misma esencia, su pasión por la Naturaleza, haciéndolo a través de experiencias personales, en un registro distinto.

Biofilía.- Leer a Edward O. Wilson es leer al biólogo más importante e influyente de nuestro tiempo. ¿Por qué incorporo este título como sugerencia? Además de su habilidad para explicarnos “anécdotas” de sus estudios de ciencia, el autor lo hace en un lenguaje cercano, incorporando  vivencias con colegas en su recorrido profesional. Conmueve especialmente su capacidad para hablarte de la evolución de la ciencia a través de científicos relevantes del pasado como Darwin. Recoge (como en El árbol de John Fowles) el símil de ciencia y arte, profundizando en ello. Introduce el concepto filosofía y Naturaleza; referente indiscutible, aborda con claridad la importancia de la pérdida de biodiversidad a la que nos enfrentamos, y como reaccionamos o dejamos de hacerlo, abundando en la necesidad de trascender, en un intento de producir en la sociedad un necesario cambio de rumbo. Especialmente lúcido, utiliza todos los recursos a su alcance para hacernos comprender que debemos llegar a la sociedad a través del arte, poniendo en valor la ética de la conservación, de forma que comprendamos y reaccionemos a la pérdida de biodiversidad.

El primate que cambió el mundo.- Sensacional descubrimiento el de Alex, cuenta con una especial habilidad para cautivarte; excelente, choca con la imagen que nos muestra despeinado en la contraportada. Describe de forma sencilla pero rigurosa como la presencia del hombre ha tenido y tiene una relevancia determinante en la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Frente a la escalofriante previsión de que en lo que queda de siglo se prevé la extinción de un millón de especies, describe con precisión y detalle como damos un trato preferente a los animales de granja y mascotas, frente a los salvajes, en función del grado de domesticación y beneficios que obtenemos de ellos. Encontraréis la más bella definición de bosque, mucho más allá del reduccionismo a beneficios ecosistémicos que nos reporta, en un intento de visibilizar la importancia de lo salvaje, lo no intervenido, aquello asociado a la cultura y no monetizable. Naturaleza frente a jardín, entendiendo este último como lo dominado por el hombre.

La inteligencia de las flores.- Como en Sensibilidad e Inteligencia en el Mundo Vegetal de (S. Mancuso y A. Viola) este pequeño libro resulta esencial. Lo rescaté de “La Cultureta”, en uno de esos ratos en los que Luis y yo compartimos afición por la lectura. En un mundo en el que las plantas permanecen inmóviles, despliegan en la floración múltiples y complejas habilidades para atraer insectos, aves y murciélagos capaces conspiradores necesarios para su procreación y supervivencia. Además de visibilizar la importancia de los polinizadores recoge una maravillosa esencia de vida “La flor ofrece un prodigioso ejemplo de insumisión, coraje, perseverancia e ingenio al ser humano. Si decidiéramos alzarnos contra las diversas necesidades que nos aplastan, como el dolor, la vejez o la muerte, con la mitad de la energía que despliega esa pequeña flor de nuestro jardín, cabe pensar que nuestra suerte sería muy distinta”.

Gaia.- Ricardo una apasionado arbolista que reside en Mallorca y colabora con la Asociación Balear del Árbol hizo de enlace, posibilitando el aterrizaje de Gaia en mis manos, pese a que la poesía no es el género literario que más me apasiona, algunas obras de ciertos autores me conmueven y esta es una de ellas. Centrada en contagiar el valor de conservar la Naturaleza, a través de diferentes poemas toca distintas temáticas vinculadas, bellos y necesarios. No te dejará indiferente. No encontrando esta obra en el canal comercial ordinario, recojo aquí como llegar a esta obra. La autora tiene otros títulos publicados que a la vista del que os presento seguro interesa rescatar.

La ciudad cuántica.- Como Martha Zein, en Mediterráneo de viento y diosas, Lourdes Duran, escribe un magnífico retrato de la ciudad en la que Martha, Lourdes y yo residimos, Palma. Con pasión y sentido crítico, Lourdes escribió para Palma Siglo XXI, una serie de lucidísimos artículos, pedazos de distintas visiones de la misma ciudad. Centra esa mirada en temas sociales, de uso, de continente y contenido, reflejando la transformación de la ciudad, con una añoranza implícita de lo que le gustaría que fuese. Deseando a través de su visión realista y crítica que se detenga el desalojo de residentes y avance la nada, quedando reducida a ciudad escaparate, este libro debería ser leído por muchos urbanitas residentes en ciudades embarcadas en este proceso, se me ocurre también Málaga y Valencia.