Llevo días pensando en como exponeros esta idea. Para los profesionales que desarrollamos nuestra actividad en el plano de la infraestructura verde, existen momentos importantes de conexión íntima con las emociones, claves en el éxito del proyecto.
Desde la necesidad de divulgar en positivo para generar conciencia individual, sin caer en la utopía ni en el catastrofismo, con el objetivo de reflexionar sobre cuestiones diversas en relación al conocimiento de lo urbano verde y del verde rural se requiere explicar acciones, incorporar contenidos ricos para aproximar la naturaleza (urbana o no) desde la literatura, la música, el arte, la educación, la filosofía y todas las artes y ciencias, porque sólo desde la proximidad, entenderemos que nos estamos disociando de ella, especialmente la sociedad urbana. Necesitamos aproximar la naturaleza a lo urbano, fusionarlo, para readmitirla en sociedad, tolerarla, amarla y respetarla, pero también para ganar el respeto por las acciones técnicas que devuelvan la confianza en las intervenciones de alcance que se requieren, y que urgen hoy más que nunca, en un entorno constatado de emergencia climática. Por ello, ya entrado el verano, ahora que unos salen y otros entran de vacaciones, en un periodo que invita a la reflexión y a la voluntad de incorporar voluntades y proyectos con el inicio del curso escolar, os propongo echarle un vistazo a este post.
Con la voluntad de concretar soluciones en lo local para mejorar en lo global, os propongo este post con reflexiones, y referencias documentales de interés, consciente de las dificultades para alcanzarlo.
Cuando se producen contenidos de calidad que contribuyen a la mejora de la calidad en el diseño y la gestión del Bosque Urbano, cabe realizar una divulgación, a fin de proyectar al mayor número de profesionales que, directa o transversalmente contribuyen en el diseño y conservación de Verde público, especialmente tras un horizonte nada halagüeño de previsiones, del último informe del IPCC, de los efectos del cambio climático, y del último informe de la Plataforma Intergubernamental, Científica y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, IPBES, de aceleración de la tasa de extinción de especies sin precedentes.
La sinergia de una gestión silvícola incorrecta/inadecuada, junto con los cambios de usos que han sufrido los bosques y de una climatología cambiante a demasiada velocidad (negativa para la salud de los bosques, pero a la vez positiva para los insectos plaga) está haciendo surgir numerosos ejemplos de bosques decadentes y afectados por agentes patógenos diversos; algunos de ellos incrementan la debilidad (insectos defoliadores) y otros terminan con la muerte de los árboles (insectos perforadores). (...)
Suzanne, nos cuenta como descubrió que los árboles se comunican entre ellos y cómo debemos aprender su lenguaje y acertar con nuestras acciones, especialmente en la gestión del bosque.
Las patologías que sufre la vegetación, bien en el ámbito ornamental de parques y jardines, como en el ámbito forestal, no se deben a la casuística, ni tampoco a la mala suerte. En un elevado porcentaje, la adopción de una gestión inadecuada y la práctica de actividades incorrectas, combinado con el agravio que suponen una globalización descontrolada y un cambio climático amenazantes (que ya estamos sufriendo y que podrían empeorar en un futuro cercano), son la causa y el inicio de muchos problemas.
Hace tiempo que escuchamos hablar del repunte de las alergias; algunos las experimentamos en primera persona, y recurrimos a inhaladores y demás artilugios de supervivencia, intentando salir del paso. Distintas voces apuntan a causas diversas, como el cambio en el clima o la contaminación. A continuación os presento dos artículos interesantes planteados desde perspectivas distintas:
El ecólogo español Francisco Sánchez-Bayo es el autor del reciente trabajo científico publicado en Biological Conservation que confirma las peores sospechas sobre el apocalipsis de los insectos. Desde Australia, donde trabaja en la Universidad de Sidney expone en esta entrevista reciente que os acompaño de Clemente Álvarez las peores sospechas sobre el apocalipsis de los insectos. Os invito reflexionar sobre ello, tras la lectura de la entrevista, y la reflexión personal que os acompaño.
Somos conscientes del número de accidentes de tráfico, y anualmente se destinan recursos públicos a prevenirnos de ello a través de campañas publicitarias orientadas a concienciarnos de los riesgos que corremos. Los desafortunados luctuosos sucesos de caídas de árboles han generado una alarma social que ha promovido un exceso de celo en la prevención del riesgo, abocando en numerosas ocasiones a decisiones precipitadas de talas de arbolado maduro en nuestras ciudades. Pero no somos suficientemente conocedores de los otros riesgos para la salud, y de aquellas enfermedades crónicas y los grupos de riesgo que se ven más perjudicados por el empeoramiento de la salud del aire. Este capítulo del Escarabajo Verde te invita desde el rigor a reflexionar sobre ello, apuntando a los diversos agentes que influyen, y cómo el arbolado urbano contribuye a su atenuación. No os lo perdáis.